Lucir un cabello perfecto es la inquietud de muchas personas. Y es que no es fácil que tenga brillo, esté libre de caspa y que no se note como quemado o dañado. Son tres problemas frecuentes y muy habituales para los que, afortunadamente, hay solución. Y, por supuesto, aquí te las contamos.
Pelo dañado
El pelo se daña normalmente por abusar de la plancha o por someterlo con mucha frecuencia a decoloraciones, permanentes… En estos casos, la solución pasa por dejar descansar al cabello.
Sin embargo, si no quieres o no puedes, la opción no es otra más que utilizar un protector térmico para proteger el pelo y evitar dañarlo, además de tratar de reducir al máximo el uso de planchas y otras herramientas para peinar y moldear el cabello.
En el caso de los tintes, es mejor elegir –al menos durante una temporada hasta que se recupere el pelo-, los colores que no necesitan una decoloración previa.
Caspa
La caspa, ya sea seca o grasa, es otro gran problema. La solución consiste en aplicar dos o tres veces por semana un champú anticaspa durante tres semanas como mínimo. Luego, lo puedes utilizar cada diez o quince días a modo de mantenimiento.
También puede ayudar hacer una exfoliante del cuero cabelludo o reforzar el efecto del champú con una loción anticaspa. Y, para evitar que el pelo se apelmace, es preferible aplicarla por la noche para que actúe y antes de lavar el cabello al día siguiente.
Falta de brillo
Y, ¿qué se puede hacer para tener un cabello con brillo? La solución es fácil: utilizar productos antipolución porque combaten el estrés oxidativo, aparte de tener efecto détox y ayudar a mantener los nutrientes esenciales del cabello.
Y, si necesitas más brillo, emplea los sprays de brillo que están enriquecidos con aceite, ya que alisan la fibra capilar al mismo tiempo que la luz se refleja más sobre el cabello. Y problema solucionado.
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