Dentro de unos días llegará la primavera, una estación del año especialmente complicada para ciertos tipos de piel, por causa de las alergias, los primeros rayos de sol, etc. La primavera es ese tránsito que nos ayuda a preparar nuestra piel de cara al verano, estación en la que cometemos más excesos en nuestros hábitos diarios. Es conveniente realizar tratamientos que colaboren a que nuestra imagen luzca resplandeciente.
Esta etapa es bueno comenzarla con una limpieza de cutis profunda; aunque utilices habitualmente productos efecto peeling, conviene liberar el cutis de toda suciedad subcutánea. Una limpieza que sea esencialmente desincrustante y purificante, para eliminar puntos negros, comedones, células muertas o cualquier otra leve mancha que pudiera salir en la piel. Recuerda que no harás otra limpieza similar hasta que haya finalizado el verano, puesto que con ella también eliminarías el bronceado.