El cabello rubio parece que siempre hace más joven y dulcifica el rostro. Sin embargo, muchas veces, también puede parecer que se tiene un pelo más apagado o no favorecer en función de su tonalidad. Para evitar estos casos y otras situaciones, hay una serie de trucos a tener en cuenta para sacarle más partido.
Color
El color rubio puede ser fácil de llevar si se tiene un tono bonito y favorecedor. No obstante, incluso, en estos casos, se pueden aplicar unos trucos para que aún siente mejor. Uno de ellos es personalizar el color. Para ello, se puede recurrir a mechas, especialmente, a las babylight o balayage, aparte de hacer una decoloración.
Pero, sin duda, las mechas estrella para el cabello rubio son las denominadas highlights, sobre todo, si la base del pelo es clara, ya que estas mechas son muy sutiles y se integran perfectamente en el cabello de forma muy natural.
Otra opción es el hair contouring. Con esta técnica, se mantiene la base del color natural, mientras se marca el contorno del rostro con mechas rubias para aportarle luminosidad.
Y, ¿qué sucede si se opta por el rubio platino? Aquí la clave está en utilizarlo en melenas cortas o bien en cortes de estilo tipo pixie. En este caso, no hay que olvidar que requiere tratamientos para evitar roturas capilares porque, con el tiempo, se va estropeando.
En aquellos casos en los que se quiera cambiar el tono por completo, una buena opción es emplear los tonos arena y vainilla. Son dos colores que, junto con el mantequilla, quedan muy naturales. Un buen truco para conseguir un mejor resultado, es dejar las raíces un poco más oscuras.
Y, ¿qué se hace si se tiene el pelo color rubio ceniza? Lo mejor es cambiarlo porque tienden a entristecer el rostro e, incluso, hacen parecer mayor. La clave está en optar por un rubio dorado con ligeros contrastes, ya que es mucho más favorecedor.
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