Tintes, mechas, reflejos… son todo un “mundo” en el cabello. Diferentes tonos, técnicas, cuidados específicos para que no pierdan en color… y, en torno a estos temas, muchos falsos mitos y creencias que no se corresponden con la realidad. Aquí vamos a abordar algunas de las principales dudas y preguntas en torno a estos productos de color para el cabello para que sepas cuál es la respuesta correcta.
Reflejos
Los reflejos son una opción muy favorecedora, además de permitir ir tapando algunas de las primeras canas que aparecen antes de pasar a tintes u otras coloraciones. La mejor opción es siempre hacer unos que sean naturales.
Pero cuidado si lo que quieres son unos reflejos cobrizos. En este caso, tienes que tener en cuenta que son los tonos que más rápido pierden el color cuando les da el sol, así como cuando están expuestos al salitre o al cloro.
Si no puedes prescindir de este tono, la solución pasa por recurrir a unos reflejos naturales y completar la aplicación de color con henna neutra. Esto tiene la ventaja adicional de que se reconstruye la fibra capilar y se potencia el brillo del pelo.
Mechas
A la hora de hacer las mechas, las preguntas suelen ser similares a las de los reflejos, concentrándose las dudas sobre todo en si es conveniente o no hacerlas de cara al verano.
La pregunta no se responde con un simple ‘sí’ o ‘no’ porque todo depende del color que se vaya a utilizar. Evidentemente, las mechas rubias son las más complicadas por las consecuencias de exposición al cloro y salitre, aunque afectan en general a todos los cabellos teñidos.
El truco está en hacer las mechas tres tonos más claros como mucho en relación al color natural del pelo. El resultado siempre queda más natural y también el cabello queda más protegido porque se rompe menos y no se reseca tanto bajo los rayos solares.
Artículos relacionados:
– Consejos para recuperar tu cabello en tiempo récord
– Trucos para decir adiós al cabello apagado en tan solo tres pasos