Si eres seguidora de Maquilladas, sabrás que hoy en día se pueden encontrar tratamientos de belleza con todo tipo de productos y técnicas: chocolate, oro, placenta, bofetadas… En fin, los tratamientos de belleza son cada vez más avanzados y poco nos sorprenden en cuanto a extravagancias. Hoy vamos a hablarte de otra de ellas, por cierto, muy utilizada por las celebrities. Estamos hablando del veneno de abeja.
Aunque pocas cosas pueden ser tan desagradables y dolorosas como la molesta picadura de abeja, lo cierto es que este producto natural, también llamado apitoxina, permite una mejor circulación de la sangre en la piel, lo que hace que ésta se vea más completa y joven. De esta manera aumenta el colágeno y la piel consigue su elasticidad juvenil. Además de tratamientos en prestigiosos centros de belleza, ya existen cremas faciales que incluyen este veneno mágico entre sus ingredientes.
Usos terapéuticos
El veneno de abejas se ha usado terapéuticamente en todas las civilizaciones desde hace más de 3.000 años y se sabe que sirve para tratar más de 50 enfermedades, entre ellas las que afectan a los huesos y al sistema respiratorio. Resulta que tiene una capacidad antiinflamatoria 100 veces superior a la de la cortisona y también tiene un gran poder antibiótico.
Usos estéticos
Pero como te comentábamos anteriormente, el veneno de abeja también favorece la circulación de la sangre, lo que hace que la piel tenga un aspecto más joven. Además, contribuye a renovar la piel gracias a la producción de colágeno y ayuda a la reparación de las células dañadas debido a sus propiedades regenerativas y antibacterianas. Por si fuera poco, actúa como barrera protectora contra los radicales libres. ¿Se puede pedir algo más?
Usada por muchas celebrities
El uso del veneno de abeja en belleza se ha popularizado gracias a la gran cantidad de celebrities que usan esta técnica: Danni Monogue, Wyneth Paltrow, Michelle Pfeiffer, Kate Middleton… ¿Te animas a probarlo tú también?
Me ha asombrado este ingrediente, y no sólo por su aplicación estética sino también por su uso terapéutico. Su poder antiinflamatorio y antibiótico me recuerda al archiconocido propóleo, que también es natural y viene de las abejas. Ahora toca esperar que se popularice no sólo su uso sino también su precio.
La verdad es que resulta sorprendente que un ingrediente como el veneno de abeja, que puede llegar a provocar tanto dolor (lo sé por propia experiencia), pueda resultar tan beneficioso para tanto para la salud como para la belleza. Tarde o temprano acabarán apareciendo productos más asequibles. ¡Al menos eso espero!