De todos es sabido que la medicina estética avanza a pasos de gigante, siempre con el fin de ofrecer a sus pacientes los mejores servicios. Para conseguirlo, numerosos estudios e investigaciones tratan de dar con los tratamientos más adecuados para ayudarte a mejorar tu aspecto, manteniendo siempre como máxima que el resultado sea lo más natural posible. Este objetivo es fruto de la poca aceptación que siente el público en general ante resultados artificiales.
Entre ellos destacaba la falta de expresión que dejaba en el rostro el botox, ya que el modo en que paralizaba algunos músculos daba un aspecto raro y nada agradable. Por este motivo, uno de los tratamientos que más se está utilizando actualmente para rejuvenecer el rostro es el mesobotox, una combinación de la mesoterapia y el botox, cuyos resultados son mucho más favorables que los que proporciona la toxina botulínica infiltrada del modo tradicional.
Las claves del mesobotox
A la hora de realizar un tratamiento de estas características, el botox se introduce en zonas mucho más localizadas y a un nivel más superficial, por lo que el resultado es notable pero no de un modo negativo. Los especialistas se centran en trabajar en las zonas en las que aparecen líneas de expresión con mayor frecuencia, tales como entrecejo, patas de gallo y comisura de los labios. En áreas como la frente, minimizan las arrugas, aunque no llegan a desaparecer del todo, por lo que la falta de tirantez hace que el resultado sea más natural.
Tratamientos con todas las garantías
Tal y como siempre recordamos al hablar de realizarse cualquier tipo de tratamiento médico-estético, es imprescindible acudir a centros especializados donde profesionales titulados sean los encargados de llevar a cabo el tratamiento en cuestión. No te dejes llevar por la diferencia de precios ni siquiera en los casos de intervenciones menores, puesto que los resultados pueden ser desastrosos.