El champú seco se ha convertido en un aliado perfecto para muchas personas. La falta de tiempo en el día a día o la necesidad de solucionar el problema con el cabello en tiempo récord son factores que han hecho que sea un producto estrella. Para sacarle el máximo partido, conviene saber unos trucos de uso. ¿Cuáles son? Toma buena nota de estos consejos que te contamos.
Aplicación
Una de las principales claves para usar el champú seco radica en cómo se aplica. En este sentido, lo primero que hay que tener en cuenta es que el cabello debe separarse mechón por mechón para que el producto caiga de forma suave sobre el cuero cabelludo y la raíz. Precisamente, estas dos zonas son las más grasas.
El champú seco también tiene que aplicarse en una capa muy fina y a una distancia de entre 10 y 15 centímetros para que quede distribuido de forma uniforme. Es suficiente con aplicarlo en las áreas más grasas que, como hemos comentado, se corresponden con la zona de la raya, coronilla, frontal y sienes.
Tiempo
Una vez hemos aplicado el champú, se tiene que dejar actuar unos 30 segundos a dos minutos para que pueda absorber el sebo. En este caso, es de gran ayuda masajear y distribuir el producto con la yema de los dedos tras vaporizarlo para que se reparta de forma uniforme.
Tras haber pasado ese tiempo, ya se puede pasar al cepillado. No obstante, si queda mucho residuo, la clave está en usar el secador para que el aire ayude a eliminarlo.
Exfoliante
La exfoliación es clave cuando el champú seco se usa más de dos veces por semana. Con este uso, conviene hacer un peeling capilar cada tres o cuatro lavados. ¿Cómo se hace? Muy fácil: solo hay que sustituir el champú habitual por uno exfoliante del cuero cabelludo para evitar que se acumulen los residuos en la fibra capilar y en el folículo.
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