Aunque a veces no les otorgamos toda la importancia que merecen, las manos son una de las partes del cuerpo que más transmiten de las personas: No solamente son parte de nuestra carta de presentación sino que además son uno de los mayores focos de atención corporales probablemente a causa de su continuo movimiento.

Precisamente por eso debes comenzar a cuidarlas como si fueran uno de tus grandes tesoros si no quieres que pierdan su juventud y comiencen a deslucir. Tengas la edad que tengas, ¡pon ya en práctica todo lo que te contamos!
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Al igual que ocurre con el cabello, las uñas son una parte de nuestro cuerpo que se nutre de la sangre. La formación de las uñas puede verse alterada por una carencia en nuestra alimentación y por trastornos corporales. Cuando esto ocurre se produce lo que llamamos uñas frágiles, aquellas que se rompen fácilmente e incluso se abren. Otro tipo de trastornos son las inflamaciones dolorosas, conocidas como uñeros, que producen grandes molestias y problemas de infección. Los hongos son menos habituales, pero en ocasiones también aparecen. Existen diversos remedios caseros para afrontar estos tipos de problemas:

– Para fortalecer las uñas: realizar una mezcla con aceite de ricino y un poco de limón, a continuación, depositar el resultado en un bol y sumergir las uñas durante unos minutos. Repetir esta acción varios días para conseguir el efecto deseado.

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