La belleza de las uñas y de las manos en general no depende solamente de que llevemos bien pintada y arreglada la superficie de la uña en sí, sino también del cuidado que sepamos tener de cada una de sus partes.
La cutícula es una de esas partes a las que a menudo prestamos más bien poca atención a pesar de ser de mucha importancia, y es que estos pellejitos que se establecen entre la uña y la piel del exterior del dedo nos protegen de la entrada de todo tipo de gérmenes que podrían producirnos infecciones.