Cumplir años es sinónimo de sabiduría. La piel madura es aquella que atesora el paso del tiempo y que merece ser cuidada con atención, puesto que conforme nos hacemos mayores más debemos atender a nuestra piel, que presenta diferentes necesidades en cada tramo de la vida. No todas tenemos las mismas características a la misma edad, pero todas sí que hemos de ser responsables en su cuidado según vamos cumpliendo años. La menopausia es un momento en el que la piel cambia y con el paso del tiempo disminuye su capacidad de repararse y regenerarse por sí sola.
Mantenimiento constante
Es importante que para llegar a tener una piel madura sana y bella hagamos un mantenimiento constante con hábitos de belleza y cuidados rutinarios y no esperar a que lleguen las arrugas, la flacidez o la sequedad. Es importante evitar que los radicales libres actúen sobre nuestra piel para estimular el colágeno y la elastina, que soportan y dan elasticidad.
Cuidados diarios para la piel madura
Pero, como decimos, conforme cumplimos años la piel no se regenera por sí sola como antes y pierde la capacidad de producir colágeno, por lo que debemos estimular su regeneración y la formación de células nuevas, para combatir la flacidez y aportar luminosidad al rostro. Para ello, es importante tener una adecuada higiene facial, limpiando bien el rostro a diario, realizando exfoliaciones periódicas, aplicando mascarillas y utilizando productos específicos que contribuyan a reactivar la producción de colágeno y elastina. Llevar una alimentación saludable, estar bien hidratada y practicar ejercicio también te ayudarán a tener una piel maravillosa.
Protección solar
El sol tiene mucha incidencia en la piel, en la madura también, por eso debes ponerte protector solar durante todo el año, también en invierno. Hay cremas y maquillajes que ya incorporan factores de protección en su formulación, así que no será nada complicado que te olvides de ello cada día.