Acudir a una entrevista de trabajo con el atuendo perfecto puede ser un punto a tu favor si sabes escoger bien el peinado, la ropa y, por supuesto, el maquillaje. Los consejos de hoy se encaminan a que sepas cómo aplicar correctamente los productos más adecuados para este encuentro con un reclutador que examinará cada detalle que tenga delante de sus ojos. Ante todo, mucha naturalidad y discreción. Lo vemos todo a continuación.
La base
Comenzaremos con la base. Ésta ha de ser muy suave, fluida, con textura uniforme, si es líquida puedes lograr mayor naturalidad en el rostro. Sobre todo debe ser del mismo tono que tu piel para que no parezca que llevas una especie de careta.
Los ojos
Para tu mirada utiliza tonos suaves y neutros como marrones, grises, bieges,… nada de sombras brillantes, ni delineador ni efecto ojos ahumados para la entrevista de trabajo; son maquillajes pensados para la noche y demasiado potentes para el día y para este encuentro en particular.
Los labios
Ya te estarás dando cuenta de que se trata de llevar un maquillaje discreto, natural pero efectivo. Que te haga estar radiante sin estridencias. En el caso de los labios, lo mismo. Apuesta segura son tonos nudé, rosas suaves y un toque ligero de gloss.
Acabados perfectos
Para que el resultado final sea espectacular, aplica un iluminador para que tu rostro resplandezca (recuerda hacerlo bien para no conseguir el efecto contrario). También puedes usar correctores para camuflar imperfecciones y un toque de colorete para subir el tono de tus mejillas y lucir un aspecto muy saludable. Pero que sea muy sutil. En este caso, menos es más y cuanto menos maquillaje y más suave lo utilices mayor naturalidad aportarás. Es bueno maquillarte para mostrar un aspecto saludable pero siempre sin pasarte.