A veces apetece. Incluso puede ser necesario, diría yo. Cambiar de look nos renueva por fuera pero también es un revulsivo interior, una manera de afianzar nuestra autoestima, divertirnos y jugar con nuestro aspecto. Generalmente lo hacemos buscando estar más guapas pero en ocasiones también como una forma de expresar un cambio que llega desde fuera, ajeno a nosotras, y que queremos potenciar a través de nuestra imagen. Puede bastar con un corte de pelo diferente, con un tinte nuevo o con dejarnos flequillo. Algo que te haga sentir bien.
No hay momento especial
El cambio de look llegará cuando tú quieres. No hace falta que ocurra nada especial, o quizá sí, pero lo has de sentir tú. Puede coincidir con un cambio en tu vida respecto al trabajo, a tu estado sentimental y emocional o porque te apetece verte diferente. Ante todo, que te guíe tu corazón.
El pelo
Normalmente centramos los cambios de look en el cabello, ya que suele ser de lo más visible y radical que podemos hacer. Pero no es necesario que sea así, con algo sencillo podrás verte renovada. Que tu peluquero te aconseje. Puedes optar por dejarte flequillo, por decir adiós a tu espectacular melena, ponerte extensiones, rizar un cabello liso o viceversa.
Nuevo color a tu pelo
Una forma recurrente pero siempre efectiva de cambiar el look es tiñéndote con un color maravilloso que nunca antes hayas utilizado. Puedes probar con el rojo, con un rosa, puedes darte mechas o simplemente reflejos. Notarás la diferencia.
Cambios muy sencillos
Como te digo, con pequeños gestos puedes conseguir grandes cambios. Incluso con modificar el lado la raya de tu pelo notarás una diferencia en el peinado. ¡Prueba! También puedes hacerlo a través del maquillaje, atreviéndote con unos labios rojos o unos ojos ahumados que dejen boquiabiertas a tus amigas pero que, sobre todo, te dejen sin aliento a ti.