Las cejas son una parte clave del rostro. Tenerlas gruesas es una gran ventaja porque hacen parecer más joven. Además, con el paso de los años, se van afinando y perdiendo densidad, lo que es menos evidente si han estado pobladas. Cuando se tiene este tipo de cejas, no hay que caer en el error de depilarlas para que sean más finas. Es mejor mantenerlas. Eso sí, hay que seguir una serie de pasos clave a la hora de maquillarse para estar realmente favorecida.
Definición
Aunque no hay que depilar las cejas gruesas para afinarlas, lo cierto es que sí que se necesita que estén bien definidas para incidir en sus puntos fuertes: aportan profundidad a la mirada, rejuvenecer…
Es clave que estén bien pulidas y peinadas, dejando solo un par de pelillos en su inicio para dar un toque de naturalidad. De esta manera, a la hora de maquillarlas, se deben realizar pequeños trazos en diagonal con el lápiz de las cejas. Después, se pasa un cepillo con sombra para dar la sensación de que se tiene más vello.
Además, si se usa máscara de cejas, el truco está en aplicarla en suaves toques, insistiendo en las zonas en las que haya más hueco.
Ojos
Las cejas gruesas también deben definirse y maquillarse en función de cómo se tienen los ojos. Si son grandes, las cejas armonizarán la mirada. Pero, para ello, hay que prolongar el trazo hacia el exterior para que los ojos parezcan más almendrados o darles un toque más felino.
Si por el contrario, son pequeños, se debe subir un poco al depilar el párpado por dentro y marcar algo más el arco para despejar la zona y agrandar visualmente los ojos.
Errores
Y, a la hora de maquillar, hay que evitar algunos errores graves. Uno de ellos es el abuso de sombras muy oscuras o con purpurina, aplicándolas hasta las cejas porque crean un efecto antifaz que es poco favorecedor y apagan la mirada. Siempre es mejor optar por maquillajes más naturales o que simplemente realcen la mirada.
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