En más de una ocasión hemos comentado que el maquillaje es ideal para corregir imperfecciones y parecer más joven. Para conseguir este objetivo, se pueden poner en marcha una serie de trucos que, además, son muy fáciles. Con ellos se logran muy buenos resultados. ¿Cuáles son? Aquí te los contamos para que practiques y notes los resultados.
Cejas
Con paso de los años, hay zonas del rostro que adquieren especial protagonismo. Una de ellas son las cejas. Da igual como se tengan. Es decir, no importa que sean finas o gruesas. Lo que sí hay que tener claro es que nunca deben verse despobladas.
Para conseguirlo, es suficiente con hacer pequeños trazos en diagonal con la ayuda de un perfilador específico para cejas. Es fundamental que este lápiz tenga la punta fina porque se trata de actuar en los pequeños huecos que haya.
Pestañas
Las pestañas son otro de los puntos en los que hay que actuar. Con el paso de los años, se va perdiendo cantidad y también el pelito se hace más fino. Para parecer que se tienen más, la clave está en perfilar siguiendo la técnica conocida como tightlining.
Y, ¿cómo? La clave está en utilizar un lápiz negro o marrón para perfilar el párpado superior por dentro de la línea de agua, es decir, la de arriba. Esto multiplica las pestañas y las hace más espesas ópticamente.
Párpados
Además de estos dos trucos, aún es posible poner en práctica otro más. En este caso, en los párpados para que queden más claros. Esto es especialmente importante porque, con el paso del tiempo, a muchas personas se les oscurecen los párpados. Y esto envejece la mirada y hace parecer mucho mayor.
El secreto aquí es aclararlos. Para ello, hay dos opciones, una de ellas es aplicar un corrector, mientras que la otra es emplear una sombra de tono beige. Con cualquiera de estas formas se notan unos ojos más descansados y jóvenes.
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