Mantener la manicura perfecta no es tarea fácil, y mucho menos en verano, ya que tanto el agua del mar como el de la piscina favorece que el color se vaya apagando y eliminando con mayor rapidez, especialmente en las uñas de los pies, que son las que pasan más tiempo bajo sumergidas. Por su parte, el contacto continuo de las manos con diferentes objetos también acaba por estropear el esmalte.
Hoy veremos algunos consejos o truquillos que nos ayudarán a lucir las uñas arregladas todo el verano, aunque eso sí, de diferentes maneras, no estamos hablando de que estén perfectas tres meses seguidos. En primer lugar hay que destacar la importancia de la calidad de los barnices de uñas, ya que de ello depende el que sean más propensos a escamarse y su tiempo de duración. Evita gangas en estos artículos, ya que además pueden estropearte las uñas.
Si eres asidua a un color y no sueles cambiar habitualmente, te propongo el Shellac. Es una técnica que se hace únicamente en salones especializados, mediante la cual tus uñas mantendrán color y brillo durante 15 días. De hecho, no se estropean, pero va apareciendo desnuda la uña que crece. Lo más parecido que podrás encontrar para hacerlo tú misma en tu casa son los barnices de gel, pero la garantía no es la misma, aunque duran más que los convencionales.
Si te gusta cambiar de color con mucha frecuencia, compra barnices de secado rápido, que no necesiten más que una capa y que contengan brillo, de modo que te puedas pintar y secar rápidamente en cualquier ocasión. Como recurso de última hora si tienes las uñas bastante despintadas, ten siempre a mano un juego de pegatinas, también las hay para las uñas de los pies. Es una solución de última hora muy práctica y socorrida.
Por último, si por tu trabajo o cualquier otra causa sueles estropear bastante el barniz, lo mejor será que te decantes por los porcelana, son los únicos que no delatan que el esmalte no está en perfecto estado.