Los aceites faciales se están abriendo paso en cosmética y belleza por las propiedades que tienen. Sin embargo, son todavía grandes desconocidos, sobre todo, en lo que se refiere a su uso y las múltiples posibilidades que ofrecen, incluso, para maquillarse. Para que los conozcas y les saques el máximo partido, aquí van unos consejos.
Los tips
A diferencia de lo que muchas personas piensan, los aceites faciales también sirven y son muy útiles para el maquillaje. Por ejemplo, para lucir un maquillaje dewy muy jugoso, es suficiente con mezclar una gota del aceite facial con la base .
El aceite facial también se puede usar como iluminador. En este caso, la clave para utilizarlo está en extender una gota del producto en el dorso de la mano. Desde ahí, se coge una pequeña cantidad de producto para aplicarlo a toquecitos o pequeñas presiones en lo alto de los pómulos.
Es importante no aplicar el aceite facial directamente sobre esta zona de los pómulos para que no caiga demasiada cantidad y, en consecuencia, parezca que se tiene la piel grasosa o que se ha sudado. Tampoco se debe arrastrar. Tanto si se aplica directamente como si se arrastra, se corre el riesgo de manchar la base de maquillaje que está debajo.
Y otro buen truco: los aceites faciales son ideales para aprovechar los rollers de jade o las piedras Gua Sha porque el deslizamiento es más fácil. Además, el masaje que se realiza con estos objetos o aparatos hace que el producto penetre mucho mejor en la piel.
Buena base
El aceite también sirve para preparar la piel para lucir un buen aspecto tanto si se lleva maquillaje como si no. Es decir, sirve a modo de tratamiento. Para tener una piel bien hidratada y nutrida, lo primero hay que poner es una capa ligera de aceite para, luego, aplicar una segunda capa de crema para sellar todos los componentes y crear un efecto oclusivo. Aparte, se aporta agua.
Es un tratamiento que es ideal para hacer una recuperación intensiva de la piel y estar espectacular, aunque el proceso no es muy rápido, pero sí es efectivo.
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