Aunque las texturas de las bases de maquillaje son ahora mucho más ligeras que hace unos años, lo cierto es que muchas personas prefieren dejar este producto para el otoño-invierno y apostar en verano por otro tipo de maquillajes para tener una buena cara y lucir un tono saludable o ligeramente bronceado porque suelen tener texturas que son mucho más ligeras. Es el caso de las cremas con color y de las BB Cream. Y, aunque pueden parecer lo mismo, no es así. Son dos cosméticos diferentes, que muchas veces cuesta diferenciar.
Crema con color
Este producto está indicado para aquellas personas que quieren tener un tono natural y lucir un buen aspecto de forma rápida, pero sin tener que recurrir a las bases de maquillaje.
Esta solución aporta también luminosidad al rostro, aunque su textura es muy ligera por lo que no es idónea para aquellos casos en los que se necesita una mayor cobertura en la piel.
Y es que, precisamente, por esa ligereza de su textura, la crema con color no cubre ni corrige ninguna imperfección que se tenga en la piel del rostro. Si no tienes ninguna y solo quieres ese tono saludable, puede ser una solución perfecta.
BB Cream
La BB Cream se podría definir como un paso más avanzado en comparación con la crema con color. Su textura, aunque sigue siendo mucho más ligera que la de diversas bases de maquillaje, sí permite cubrir ya imperfecciones del rostro.
Eso sí, el efecto se consigue solo con pequeños defectos como, por ejemplo, rojeces, poros abiertos o manchas. Son imperfecciones que, con la aplicación de la BB Cream, mejoran o bien se difuminan.
La BB Cream también proporciona una mejor cobertura de color por lo que se puede emplear sola sobre la crema hidratante y de tratamiento habitual que se aplica cada día. Un motivo, además, por el que es un cosmético que es un buen sustitutivo del maquillaje. Otro punto a favor es que es fácil de emplear para hacer retoques de emergencia.
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