Con el paso de los años, el estrés, los cambios hormonales o la polución, entre otros factores, la piel va perdiendo luminosidad. La buena noticia es que puede recuperarse para lucir un cutis luminoso durante todo el año. La cosmética, una vez más, es la gran aliada para conseguirlo. ¿Qué productos hay que usar? ¿Cómo se les puede sacar el máximo partido? Son preguntas a las que respondemos, aunque ya adelantamos que es mucho más fácil de lo que inicialmente parece.
Productos clave
Para conseguir tener una piel luminosa, los cuidados del día a día son totalmente esenciales. Y es importante ser constante y no decaer ni abandonarlos por falta de tiempo, cansancio…
Lo primero que hay que tener en cuenta es que hay que utilizar una crema con vitamina C. Precisamente, es este componente el que aporta la luminosidad que le falta a la piel. No obstante, es clave también usar un sérum, sobre todo, si no se va a utilizar este tipo de cremas.
El sérum es especialmente importante –e incluso conviene usarlo aunque se empleen cremas con vitamina C-, porque refuerza y potencia la luminosidad con los diferentes activos que incluye.
Complementos imprescindibles
Con las cremas con vitamina C y con el sérum sería suficiente para poder lucir un rostro luminoso. Sin embargo, a veces, es necesario algún aporte extra. Y, ¿qué se puede hacer en estos casos? La clave está en los tónicos conocidos como PHA.
Estos tónicos con polihidroxiácidos se caracterizan por tener un grupo de ácidos de última generación que exfolian la piel de una forma suave y gradual. La ventaja, además, es que se pueden usar dos veces al día, siendo conveniente emplearlos tras la limpieza facial. Estos tónicos son aptos, además, para todo tipo de pieles, incluso, las sensibles, porque no irritan.
Dentro de estos tónicos, destacan los de gluconolactona porque refuerza la piel, aparte de ser muy hidratante. Entre sus ventajas también están la potenciación de la acción de las vitaminas C y A, consiguiendo iluminar la piel en muy poco tiempo.
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