Unos kilitos de más, nueva flacidez en el vientre, estrías… Tener un hijo supone ganar una de las mayores alegrías de la
vida pero también algunos problemillas con la figura que tanto nos habíamos preocupado de mantener.
Si acabas de dar a luz relájate unas cuantas semanas y después comienza a ponerte manos a la obra con algunos de los consejos que te damos a continuación… ¡Recuperar la línea sí que es posible!
La cuestión es no dejarte llevar por la pereza o el desánimo y sacar toda tu fuerza de voluntad para conseguirlo. ¿Cómo? Presta atención a lo siguiente:
– Deporte: Practicar ejercicio de forma regular y trabajar especialmente las zonas más afectadas (el vientre sobre todo) es esencial para que los músculos y la piel vuelvan a recuperar la tersura. Comienza de forma gradual dedicándole unos 15 minutos al día y ve aumentando a medida que pasen las semanas.
– Dietas: Olvídate de esas dietas salvajes que no hacen más que desequilibrar tu organismo y perjudicarte tanto a ti misma como a tu bebé. Espera dos o tres meses después de dar a luz y luego sigue sencillamente una dieta sana rica en vitaminas y fibra y baja en grasas.
– Productos: Existen muchos productos específicos en el mercado para reafirmar el cuerpo y conseguir un vientre más plano. Busca una marca que se adecúe a tus necesidades y a tus posibilidades económicas.
– Tratamientos quirúrgicos: Abdominoplastia, lipectomía, liposucción… Si todo lo anterior no funciona en tu caso la opción de pasar por quirófano tampoco tiene que ser descartada para eliminar grasas o un posible exceso de piel flácida en el vientre.
Se dice que el cuerpo de la mujer tarda en volver a su estado original de seis meses a un año, ¡así que mantén estos buenos hábitos y no desesperes!