Nuestras uñas están constantemente expuestas a agresiones externas. Fregar sin guantes, el contacto con ciertos productos de limpieza, si utilizas las manos en tu trabajo, ya sea tecleando en el ordenador o incluso si tu tarea diaria es totalmente manual… Tus uñas pueden sufrir daños, y más si son especialmente frágiles y quebradizas. Hoy te cuento varios trucos que te van a ayudar a fortalecerlas para que te encuentres cómoda y segura de que van a permanecer inalterables en todo momento.
Aceite de oliva
El aceite de oliva es genial para un montón de cosas. En este caso, puedes poner a remojo las uñas en una taza con aceite de oliva, entre 15 y 30 minutos. Hazlo antes de irte a la cama, todas las noches a ser posible, y así hidratarás tus uñas y evitarás que se sequen y se rompan fácilmente.
Bicarbonato
Una vez por semana y durante un cuarto de hora, deja las uñas sumergidas en agua tibia a la que añadirás una cucharada de bicarbonato de sodio.
Zumo de naranja o limón
Sumerge las uñas en zumo de naranja o de limón mezclado con una cucharada de azúcar. Deja unos minutos a remojo y cuando saques los dedos frota tus uñas con un algodón y aceite de almendra.
Mascarilla para tus uñas
También de puedes hacer una mascarilla casera para fortalecer tus uñas. Mezcla unas hojas de menta y una cucharada de manzanilla en una taza de agua hirviendo. Deberá reposar durante una media hora. Cuela y añade media cucharada de aceite de oliva y dos de harina. Ponte esta mezcla en las uñas y deja que actúe durante una media hora. Retira con agua tibia.
Lleva una alimentación sana
En ocasiones las uñas se debilitan por falta de nutrientes, por lo que será bueno que incorpores ácidos grasos y proteínas a tu alimentación diaria.