Decir que la crisis se ceba siempre con los más necesitados cobra hoy más sentido puesto que se está celebrando en S´Agaró la quinta edición de la Excellence Fair, lo que viene siendo una Feria del Lujo. En un momento en el que muchas familias no tienen cómo llegar ni a mediados de mes (puesto que a finales ya es casi imposible), queda de manifiesto que el de los ricos es un mundo aparte y que el consumismo roza casi la estupidez.
Esta feria no muestra solamente objetos tan famosos como yates y coches de lujo, también se exponen pares de zapatos que superan los mil euros, altavoces home cinema con diamantes, o asientos para ver una peli en casa que cuestan medio millón de euros porque posee movimientos sincronizados con la película. (En fin…) Para entrar a echar un vistacillo deberás soltar unos 120 euros.
Una vez dentro, podrás ver en persona uno de los artículos que causaron más expectación, el perfume de oro. Un producto que está causando furor entre los asistentes a la feria, ya que las partículas de material noble suspendidas en la fragancia son perceptibles una vez la aplicas en la piel. El oro de 22 quilates sale del envase joya para impregnarte de destellos dorados a la vez que su aroma permanecerá en tu piel durante seis días. La descripción olfativa en sí está formada por notas florales y un toque de musk por el que habrás pagado 900 euros.
Hace algún tiempo que las partículas de oro se están empleando en el mundo de la estética, especialmente en tratamientos de belleza antiedad. Es un ingrediente que podemos encontrar cada vez en más marcas de mayor o menor coste, y que tiende a iluminar ligeramente la piel, dándole algo más resplandor. En el caso del perfume, la sutileza queda aparcada para hacer una notable e innecesaria muestra de ostentación.