En el verano es habitual acudir a más fiestas o prolongar los actos de tarde hasta la noche porque hace buena temperatura y se dispone de más tiempo por las vacaciones. Son ocasiones en las que se puede ir maquillada, aunque hay que tener cuidado en no ponerse más años encima porque la piel suele estar bronceada. Aquí te contamos unos trucos y consejos de maquillaje de fiesta, que te hacen parecer más joven. Además, los puedes aprovechar también en invierno.
El maquillaje
La clave de este tipo de maquillaje de fiesta es elegir los colores nude, pero con un toque un poco subido. Esto se traduce, por ejemplo, en la elección de una sombra de color marrón, que siempre es un gran acierto y que, además, sienta bien a todos los ojos con independencia del color del iris.
Para darle un aire más festivo y menos monótono, se puede jugar con dos tonalidades. Una buena elección es elegir el marrón topo o chocolate para aplicarlo en la zona del párpado móvil, pero muy bien difuminado.
La gama cromática se completa con otra sombra de color bronce, que se pone a modo de banana o en la cuenca del ojo. En este caso, tampoco hay que excederse para evitar conseguir un efecto de ojos hundidos. El maquillaje siempre debe ser sutil, sobre todo, si se tiene la piel morena.
El resto del maquillaje se completa con un labial en tonos nude, siendo una buena elección los que son de color coral porque aportarán un toque más juvenil y fresco al rostro. El colorete debe ser de la tonalidad del labial, siendo necesario difuminarlo muy bien.
Toque final
Todo el maquillaje se termina con un toque definitivo que aportará mucha luminosidad y rejuvenecerá el rostro. Se trata de utilizar un poco de iluminador en la parte más alta de la ceja.
Igualmente, el iluminador se tiene que aplicar en la parte alta del pómulo sobre el hueso. Con estos dos toques, enseguida se nota que la mirada se abre y que parece que irradia mucha más luz.
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