La piel perfecta es el sueño de muchas mujeres. No siempre es posible. De hecho, es frecuente que haya imperfecciones como rojeces, manchas, granitos… y también bolsas y ojeras. Además, a todo ello, se suma la pérdida de firmeza y la necesidad de redefinir el óvalo facial. Para todos estos casos, hay trucos y consejos de belleza muy útiles.
Ojeras
Las ojeras tienen el problema de que hacen que el rostro parezca más apagado e, incluso, triste, aparte de contribuir a que sean más visibles las arrugas en el contorno de ojos. En consecuencia, se parece mayor.
Para evitarlo, una de las principales claves es utilizar cremas específicas o parches para combatir las ojeras. Sus efectos pueden potenciarse con dispositivos antiedad de uso doméstico.
Este tipo de aparatos, al incorporar luminoterapia y electroestimulación, ayudan a acabar con las ojeras, los signos de cansancio y las arruguitas.
Bolsas
Es otro de los problemas más habituales en el rostro. Las causas de su aparición son diversas: desde una mala circulación, retención de líquidos, falta de descanso… Para todos estos casos, hay cremas con aplicador roll-on y parches que ayudan, así como remedios caseros entre los que destacan las bolsitas infusionadas de té o café (una vez están frías) o el antifaz previamente enfriado en la nevera.
Definición
Con el paso de los años o bien ante los cambios bruscos de peso, el óvalo del rostro pierde definición, lo que puede hacer que el contorno facial se desdibuje y aparezca el doble mentón.
Para estos casos, una crema hidratante no es suficiente. La clave está en utilizar cremas con péptidos redensificantes para definir de nuevo los volúmenes. Este cosmético tiene que aplicarse mañana y noche en rostro y cuello con un masaje ascendente.
En los casos más extremos, se tiene que recurrir ya a tratamientos en centros de estética. Entre los más efectivos está el Ultherapy, que se basa en la aplicación de ultrasonidos reafirmantes.
Este tratamiento solo requiere de una aplicación, estimándose que sus efectos perduran durante aproximadamente un año. Eso sí, el precio suele estar en unos 1.000 euros.
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