Nuestras manos expresan. Son una bonita carta de presentación cuando están cuidadas y arregladas, y pueden hacer que queramos esconderlas cuando esto no es así. Puede ocurrir que, en ocasiones, presenten un tono amarillento o manchas de este color que hagan que su aspecto no sea el que nos gustaría que tuviesen. Vamos a ver de qué manera prevenir que esto suceda y solucionarlo si ya ha pasado porque has aplicado algún esmalte de no muy buena calidad, con colores oscuros (que suelen llevar mayor cantidad del producto químico que las hace amarillear) o si no las has protegido debidamente. Al final, todo influye.
Uñas sin restos de manchas amarillas
Puede ser que cuando te quites el esmalte veas que las uñas han amarilleado. Para evitarlo antes de que pase, debes tener ciertos cuidados previos. Primero, quita bien el esmalte de la última manicura y lávate bien las manos (o los pies) con agua y jabón.
La manicura
Pule y lima tus uñas y arregla las cutículas, sin cortarlas. Aplica una base protectora antes del esmalte para que te dure más tiempo y estén protegidas; es una de las mejores formas de que no amarilleen después. Utiliza un quitaesmalte suave con vitaminas que no dañe la superficie de las uñas. E, importante: déjalas descansar y respirar durante unos días y no vuelvas a pintártelas enseguida.
Quitar manchas
Si a pesar de estos cuidados las manchas han aparecido igualmente y las uñas se han tornado en un color amarillento, puedes hacer uso de ciertos remedios caseros para solucionarlo. Uno de ellos es con jugo de limón, dejando las uñas a remojo durante unos cinco minutos o pasando el zumo por las uñas, dejarlo actuar también un rato y enjuagando. Puedes hacer esto mismo con leche, también contribuye a eliminar esas antiestéticas manchas.