El estrés nunca es bueno. No lo es para nuestra salud y tampoco para nuestra piel, que puede sufrir los efectos de una vida ajetreada y del agobio que podemos llegar a sentir en el día a día. La tensión acumulada hace que el sistema inmunológico se debilite, por lo que las hormonas que se encargan de dar luminosidad y tersura a la piel también se ven afectadas.
Por eso hoy quiero darte algunos consejos para evitar que ese estrés afecte a tu piel, ya no solo por su aspecto y por cuestiones estéticas, sino también por salud. Que eso es, al final, lo importante.
Mantén una buena alimentación
Si por culpa del estrés no te alimentas equilibradamente y te olvidas de las verduras o de la fruta, estarás contribuyendo a que el estado de tu piel empeore, ya que no recibirá los nutrientes necesarios para estar bien. Lo mismo sucede con el agua. No hay excusa para ir bebiendo durante todo el día, o si no también puedes tomar infusiones. Es fundamental que estés hidratada.
Duerme bien
Cuando estamos estresados solemos dormir mal, o dormir poco. A veces es inevitable, pero es algo que debemos controlar. Al menos debes descansar 7 horas al día, es el tiempo que necesitarán las células de la piel para regenerarse.
Practica ejercicio
Nada mejor para combatir el estrés que practicar ejercicio. Deja un hueco en tu apretada agenda para caminar aunque sea media hora, a paso rápido. Tu piel estará mejor, y lo que es más importante, tu salud también.
Dedica tiempo a tus cuidados corporales
En épocas de estrés apenas tenemos tiempo para nosotras mismas, pero esto debes aprender a solucionarlo. Desmaquíllate cuando llegues a casa y limpia tu rostro antes de irte a dormir. Una vez por semana, exfolia tu piel para eliminar células muertas y favorecer la oxigenación.