A lo largo de todo el año nos gusta tener un buen aspecto y lucir perfectas, pero es en estas fechas, que es cuando acudimos a un mayor número de eventos, queremos llegar impecables. Ya hemos visto lo que ofrece cada flash para tener una piel luminosa, pero otro caballo de batalla son los granitos e imperfecciones que tenemos en el cutis, que aparecen en el momento más inoportuno y en los lugares más visibles. Es cierto que el maquillaje te ayuda a disimularlos, pero quedarás realmente satisfecha si antes de maquillarte eliges con acierto el corrector adecuado.
Todo depende de si el granito es rojizo o blanquecino, y la forma de aplicarlo también será diferente. Si es rojizo, necesitas usar un corrector de color verde. Lo usarás cogiendo una pequeña cantidad, aplicándola directamente sobre el granito y la zona que lo rodea con presiones suaves y sin frotar en ningún momento. Después pon un poco de base compacta sobre la misma zona, lo que igualará el tono de tu piel. Acaba usando una fina capa de polvos. Si es blanquecino, el tono del corrector debe ser dentro de la gama de los beige, medio tono más oscuro que tu piel y puede tener un matiz dorado. El modo de proceder es diferente: extiende primero la base de maquillaje y aplica después el corrector.
Existen diferentes texturas y formatos para los correctores, es preferible usarlos en barra o en crema, son mucho más cubrientes que los líquidos. En cualquier caso, usa siempre poca cantidad para evitar el efecto pegote y acostúmbrate a utilizar siempre un bastoncillo o un pincel para que su aplicación sea más natural, no te acostumbres a extenderlo con los dedos. En el momento de la compra es importante que acudas a un sitio donde puedas probarlo, preferiblemente en la zona del granito y mejor si puedes salir con un espejito a ver el resultado con luz natural.