Hace años que un nuevo término llegaba a los salones de belleza: flash. Con él nació un mercado que a día de hoy no hace más que crecer por lo bueno de sus resultados. Los productos flash borran los signos de cansancio, alisan arrugas y proporcionan un aspecto radiante en tu rostro en cuestión de minutos. Se dieron a conocer en ampollas, que actúan tan sólo en la superficie de la piel. Están formuladas con proteínas de gran tamaño que dan efecto tensor inmediato, que puede llegar a durar hasta 6 horas.
Actualmente, también hay flash en mascarilla y sérum. La textura cremosa de la mascarilla es muy confortable para la piel; sus activos hidratantes, calmantes y suavizantes logran que la piel esté hidratada, elástica y suave al tacto tras aplicarla sobre la piel húmeda y dejar que actúe entre 10 y 20 minutos. Por su parte, los sérums contienen una alta concentración de antioxidantes, sustancias nutritivas y tensoras que logran revitalizar las pieles apagadas. Si además incluyen pigmentos fotoreflectores, polvo de perlas o partículas de oro, obtendrás una luminosidad extra.
Ideal para tu piel
Si tu problema se concentra básicamente en los ojos, la solución la conseguirás utililzando los parches que trabajan esta zona. Sus activos drenantes, hidratantes y antiarrugas penetran más rápido en la piel, reduciendo bolsas y patas de gallo. Los más sofisticados incorporan una diminuta batería que emite suaves vibraciones sobre la piel, con ese leve masaje se logra disminuir la hinchazón y reafirmar tejidos.
Ya conoces los productos flash que hay en el mercado, sólo tienes que elegir el que mejor se adapte a ti y disfrutar de un maquillaje perfecto sobre una piel resplandeciente, que conseguirás mejorar si aplicas un poquito de iluminador en pómulos, aletas de la nariz y mentón, lo que te ayudará a aportar luz a las zonas hundidas del rostro y difuminará las arrugas, si las tienes. Escoge bien el modelito, que de cara ya estás perfecta.