En otoño, es habitual lucir una piel menos luminosa y resplandeciente, más apagada, con imperfecciones en el tono… Son señales habituales en esta época del año que, sobre todo, se producen por los excesos del verano y por no haber cuidado bien la piel durante los días de más calor. No obstante, aunque se haya mimado bien el cutis, no es extraño ver también alguno de estos efectos en el rostro, aunque en menor medida. Y, ¿qué hacer? La clave está en poner en práctica estos cinco consejos que, además, son válidos para todo el otoño y también en el invierno.
Hidratación
Una correcta hidratación es clave para tener una piel radiante. En esta época del año, es conveniente elegir cremas que aporten un extra de hidratación y que también calmen la piel tras la exposición a los rayos solares.
Entre las mejores opciones, están todas aquellas que incorporan aloe vera, miel, aceite de jojoba o árbol de té, entre otros ingredientes. Además, no hay que olvidarse de beber agua y de aumentar la ingesta de alimentos muy hidratantes como la sandía, pepino y tomate.
Limpieza
En esta época del año, igualmente clave es limpiar bien la piel para eliminar las células muertas y que la dermis se vea más luminosa y vayan desapareciendo las manchas, aparte de retrasar la aparición de las arrugas. Siempre es importante hacer este proceso como limpiadores faciales específicos para cada tipo de piel, no descartando tampoco el agua micelar.
Exfoliación
Además de la limpieza facial, otra clave del cuidado del rostro en otoño es la exfoliación porque permite mejorar el aspecto de la piel y que se recupere más rápidamente en comparación con los efectos que solo se consiguen con la limpieza facial. Ahora bien, no hay que abusar ni optar solo por exfoliar y no limpiar la piel.
A la hora de elegir la exfoliante, siempre debe ser adecuada al tipo de piel y, sobre todo, ser suave. Muchas veces se opta por productos más agresivos pensando en que se acelera el proceso de recuperación. Es un error. Puede incluso dañar más la dermis.
Alimentación
Y, por supuesto, también hay que vigilar la comida, siguiendo una dieta equilibrada rica en vitaminas y minerales y en todos los nutrientes que la piel necesita. Siempre hay que evitar las grasas procesadas y los excesos de azúcar y sal, entre otros.
Dormir
Un buen descanso es fundamental para lucir una buena piel. Así que toca dormir bien y hacerlo las horas suficientes, diciendo adiós al estrés.
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