Cómo hacer la manicura francesa


La manicura francesa es el mejor recurso para llevar unas uñas de estética natural, nada recargadas y que además dan un toque elegante a tus manos. A diferencia de los que quizá muchas pueden pensar, no necesitamos tanto tiempo para pintarnos las uñas con esta técnica, bastarán 15 minutos para lucir unas menos preciosas.

En realidad, la manicura francesa proviene de Estados Unidos, y consiste en aplicar laca de uñas de color blanco en el extremo de la uña y después, sobre ésta, una laca de uñas natural (transparente).

En primer lugar debes saber que la manicura francesa sienta bien tanto en uñas largas como en las cortas, por lo que tiene pocas limitaciones en este sentido. En cualquiera de los casos, lo primero que debes hacer es limarlas para conseguir una forma bonita, ya sea redondeada o cuadrada según tus gustos. Quita de en medio las cutículas (un bastoncillo de boj te irá bien) y saca brillo a las uñas frotando con un pulidor sobre ellas.

Una vez las tengas pulidas y preparadas, endurécelas aplicando sobre ellas una base o un endurecedor (a veces podemos encontrar bases con algo de color parecido al de la uña).

Cuando se haya secado la base, utiliza la laca de uñas blanca para pintar el extremo superior de la uñas, preferiblemente con una forma algo curvilínea o redondeada. Si no eres demasiado buena con la técnica, también puedes comprar un rotulador especial blanco para manicura francesa en tu perfumería, es fácil y consigue el mismo efecto que la laca de uñas.

Finalmente, sólo deberás utilizar una laca de uñas de color transparente o natural sobre ambas capas (una vez estén secas, por supuesto) y…voilà! Ya habrás acabado con tu manicura.

Si tienes el material en casa, te aconsejamos pintarte las uñas sobre un soporte en el que no tiembles. Si compras un kit de manicura francesa, seguramente vendrá con unas pegatinas que te facilitarán la tarea.

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