El sol, los cambios hormonales o simplemente la edad hace que aparezcan en nuestra piel algunas manchas o rojeces que a todas nos gustaría evitar o, como mínimo, corregir.
Para hacerlo no podemos aconsejarte recetas milagrosas, sino principalmente que visites a un médico especialista que analice tu caso, pues cada uno tiene sus particularidades.
Sin embargo, no está de más que retengas la breve información sobre tratamientos que te damos a continuación para estar más preparada en el momento de visitar a tu médico..
Conciénciate de que no va a ser una tarea fácil, pues la constancia será la base del éxito de cualquier tratamiento y es el ingrediente esencial para evitar que las antiestéticas manchas vuelvan a aparecer.
Uno de los tratamientos más demandados a los especialistas son los peelings faciales, técnicas de exfoliación mediante una substancia química corrosiva que busca destruir aquellas partes que nos interesan de la dermis y la epidermis con el objetivo de conseguir la regeneración de la piel. Entre ellos encontrarás el peeling de vitamina C para una exfoliación suave y superficial, el de fenol, más efectivo y rápido, y el de Glytone para una exfoliación de las capas más superficiales.
La última novedad en este campo es el tratamiento de la luz pulsada, que consiste en aplicar pequeños impulsos de luz para eliminar las manchas una por una. La luz actúa sobre cada zona distinta de la piel y la limpia de manchas o lesiones. Se lleva a cabo en sesiones que se repiten mensualmente, y debes mantenerlas con los años (aunque no con la misma frecuencia).
Con estos tratamientos conseguirás rejuvenecer tu piel y dotarla de una nueva luminosidad dejando atrás las marcas del paso del tiempo o de la falta de cuidados con tu piel.
Eso sí, recuerda que prevenir es mejor que curar, por lo que debes hidratar tu piel a diario, utilizar crema solar (sea o no verano), comer sano y evitar excesivas jornadas de sol.