Hay ocasiones en las que se presenta alguna moda y te planteas si verdaderamente llegará a cuajar entre el público de la calle. Esto es lo que me ocurre a mí cada vez que abro una revista de moda o veo un desfile y una de las primeras cosas que me llama la atención de las modelos son sus cejas. Cejas plateadas, doradas o extremadamente oscuras y pobladas son máximo común denominador en todas las pasarelas.
Está claro que tanto el dorado como el plateado se presentan de una manera muy llamativa, orientada a promover nuevamente el maquillaje glitter. La forma más extravagante es aquélla que presenta papel plata cubriendo la totalidad del párpado, incluida la ceja, que queda completamente oculta bajo este estilismo tan peculiar. Empecé a verlo hace un par de meses y observo que de cara a las noches de verano se está viendo mucho más.
La forma más “discreta” (si se le puede llamar así) de llevar oro o plata sobre las cejas es la que consiste en pintar la ceja completamente con una sombra en lápiz que sea de estos tonos. Necesitas que sea este formato de punta gorda y textura blanda para poder dar cobertura total a la ceja, puesto que no se aprecia el pelo. Antes de utilizar este lápiz, conviene dibujar el que será el contorno y darle a la ceja ese toque lineal que se ve roto por un solo ángulo.
Por último, está el maquillaje de cejas tradicional, el que se hizo toda la vida con lápiz, solo que presenta algunas variaciones importantes. Ahora ya no se trata de utilizar un tono igual al del pelo de tus cejas para disimular pequeñas faltas, ahora las cejas se pintan de marrón chocolate. El tono no es la única diferencia, salta a la vista que la forma y el ancho también son totalmente innovadores: cejas que se pintan de un modo casi rectangular, exagerando mucho los bordes y la cobertura, o cejas a las que se les añade trazos que simulen pelos largos peinados hacia arriba.