Pocas cosas parece que nos gustan más que mover el cepillo de nuestra máscara de pestañas dentro del envase, arriba y abajo, sacarlo y pasarlo por el borde para quitar el exceso, maquillar y volver a meterlo, como si coger más producto fuera la solución para tener unas pestañas increíbles. Todo esto que acabo de describirte supone uno de los varios errores que cometemos al utilizar el rímel. Vamos a ver alguno más para poderlos evitar y que tu mirada sea siempre espectacular.
Demasiadas capas
Cuando te pongas la máscara de pestañas no hace falta que te apliques más de dos capas, tres como mucho, ya que si te pasas van a lucir un aspecto apelmazado y con grumos.
No usar rizador
Si de verdad quieres una mirada espectacular, seductora y muy abierta, no pases por alto el uso de un rizador de pestañas. Hará que estén mucho más curvadas y marcadas.
No maquillar desde la raíz
La correcta aplicación del rímel consiste en hacerlo desde la raíz a las puntas con un movimiento en zig zag y con energía. Si sólo te lo das en las puntas conseguirás el efecto contrario al deseado, con unas pestañas más pequeñas y sin volumen.
No desmaquillar
Debes desmaquillarte todas las noches, incluidas las pestañas, claro, porque de otra forma te quedarán restos, que se secarán y cuando por la mañana vueltas a aplicarte producto el resultado va a ser bastante desastroso.
Usar un rímel antiguo
Si usamos un producto que está viejo o caducado corremos el riesgo de que el acabado no sea nada bonito, dejará más grumos y hará que las pestañas se peguen y apelmacen. Cuanto más nuevo sea más sencilla será su aplicación y mejor resultado dará. Cuando se abre y se cierra el bote constantemente se seca con bastante rapidez. También si batimos el aplicador como hemos dicho antes.
Excelente antes hacía todo eso !
Ahora aplicó un tratamiento a base de aceite Ricino, almendras , vitaminas E y los resultados han sido notorios me lo aplico x la noche y uso debidamente la máscara !
¿Y qué tal te va Sindy?