Elegir el acondicionador perfecto


Ya sabemos que un buen lavado de cabeza es esencial para que el pelo luzca con brillo, volumen y aguante más tiempo el peinado que hemos elegido. Los productos que elijamos para el lavado van a ser también una parte muy importante para obtener un buen resultado. Parte de este proceso es el acondicionador, imprescindible para cualquier tipo de cabello. No es verdad que sólo deban utilizarlo aquellas personas que tengan el pelo seco.

Los acondicionadores están elaborados con fórmulas que contienen agentes capaces de unirse a la estructura del cabello y actuar sobre él, haciéndolo lucir más saludable y con movimiento. Alteran la textura y apariencia del pelo que logra que se dañe menos, se sienta más suave, y también más manejable. La clave está en saber elegir el que más nos convenga, esto también dependerá del efecto que esperas que produzca. Hay acondicionadores básicos o la crema hidratante de toda la vida, precursora de este mercado que se ha ido especializando.

Esta crema se usa después de aclarar el último champú, se desenreda y se retira con abundante agua al momento. Si ya elegimos un acondicionador para algún tipo de cabello en concreto, su tiempo de exposición variará según sea el caso. Puedes retirar al momento los acondicionadores para cabellos finos (incluso conviene que no lo desenredes) y también los específicos de color, su función es fijar el pigmento e incluso algunos aportan algo de sensación de color.

Para cabellos rizados y/o secos, lo mejor es prolongar su exposición alrededor de 5 minutos. Si la sequedad es mucha, será mejor utilizar un par de veces por semana una mascarilla, tienen mayor contenido de agentes hidratantes, su tacto es más espeso y penetra mejor. También conviene, si es tu caso, que realices cada quince días un baño de vapor. Si tu problema es un cabello enredado, puedes aplicarte un acondicionador en spray sin aclarado, un par de pulverizaciones sobre las puntas serán suficientes para desenredar y peinar directamente.

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