Que corren tiempos de crisis es algo que todos tenemos muy claro, pero que hay productos en los que no podemos escatimar, también. Un pelo perfecto se consigue con unos cuidados esenciales, pero el resultado de esos mimos dependerá en gran medida de la calidad del producto que hayas utilizado. Los productos con alto contenido en alcohol siempre resecarán tu cabello. Para el lavado, busca champús y cremas o mascarillas que se centren en tus necesidades: especiales para pelo graso, seco, teñido, etc.
Actualmente, hay mucha variedad en lo que a colorido respecta, ya que los champús destinados a rubias, morenas o rojizas, incorporan pigmento de color que te ayudarán a mantenerlo y a darles más brillo. Muy interesantes sobre todo en las épocas de sol, para evitar apagamiento y degradación del color. Para el peinado, todo lo que sean espumas, aguas, gominas… que te ayudan a moldear, no tienen porque endurecer tu cabello; si esto ocurre, es que no son de la calidad suficiente o tu pelo no los acepta.
Para cabellos rizados, sí que son efectivos todos aquellos que especifican esta función, ya que tienen un contenido en elastina, que te ayuda a dar forma a tus rizos, cerrándolos y evitando el encrespamiento. Para el toque final, lacas y demás productos de fijación, nunca deben dejarte motitas blancas; a veces no depende tanto del producto, sino de la manera de utilizarlo; regula la distancia de aplicación, puede que ahí esté el problema.
En cualquier caso, hay algo común a todos ellos, y es que no siempre puede venirte bien una misma línea ni marca. Yo utilizo marcas diferentes según mis necesidades. No tienes por qué llevarte “el lote completo”. Lo mismo ocurre con la línea, puedes utilizar un champú para la grasa y una mascarilla para puntas secas, por ejemplo. Aprovecha las ofertas de los productos que utilizas, tienen larga caducidad.