¿Te gusta llevar perfume y que su olor dure mucho? Si quieres que esa fragancia se convierta en tu seña de identidad y todo el mundo que la huela la relacione contigo estos trucos que te cuento hoy te van a resultar de utilidad. No se trata únicamente de que sea muy duradero, que también, sino de sacarle el máximo partido posible. ¡Vamos a ver cómo conseguirlo!
Piel hidratada
Si tu piel está bien hidratada el efecto de tu perfume se verá potenciado. Además, puedes utilizar una crema corporal que tenga una aroma similar o notas parecidas, de vainilla, flores, afrutado…
Truco de los bastoncillos
A lo largo del día tu perfume ha podido perder intensidad. Si quieres realzar el aroma porque tienes que ir a una cita importante lleva en el bolso un bastoncillo de algodón mojado con tu perfume, dentro de una bolsa de plástico cerrada. Podrás retocarte cuando te apetezca sin necesidad de llevarte el bote entero a cuestas.
Aprovechar las últimas gotas
Tu perfume se acaba. ¿Quieres aprovechar estas últimas gotas? Las puedes verter en el bote de tu crema hidratante (mejor si no tiene ningún aroma previo) y conseguirás que huela a tu fragancia preferida. Otra opción es dejarlo en un cajón o armario para que la ropa adquiera ese olor tan característico y que tanto te gusta.
Dónde aplicar el perfume
No es necesario rociarse el cuerpo completo con perfume. De hecho, basta con hacerlo en unos puntos concretos pero muy estratégicos: en las muñecas (¡no las frotes!) y en el cuello será suficiente. Otro truco consiste en aplicar en las zonas donde late el pulso, así seguro que te acuerdas mejor de dónde hacerlo (cuello, interior de la muñeca, detrás de las rodillas, interior del codo…). Y si prefieres que tampoco se note demasiado pulveriza unas gotas encima de tu cabeza para que caiga suavemente en tu cuerpo, en lugar de aplicar directamente sobre él.