Diversas son las opciones de maquillaje, aunque hay una de ellas que se ha impuesto sobre el resto en los últimos años: el contouring. Sin embargo, hacerlo bien no siempre es fácil, sobre todo cuando se busca un efecto nude. ¿Cómo se puede hacer? Aquí te contamos una serie de trucos para que luzcas espectacular.
El contouring nude
Cuando se piensa en el contouring, no todo el mundo cree que es posible hacerlo con un efecto nude. Sin embargo, tiene sus ventajas porque permite ensalzar de forma natural los puntos fuertes del rostro.
Para conseguir este objetivo, el primer paso es contar con una prebase o premier. De este modo, se puede usar una prebase perfeccionadora para igualar la textura de la piel. Después, se aplica una base fluida para trabajar con correctores y polvos de contouring.
La utilización de estos productos permite ya de por sí crear un contraste de luces y sombras para reequilibrar los volúmenes del rostro.
Con el rostro ya preparado, es conveniente comenzar a maquillar el resto del rostro con el fin de conseguir ese efecto nude. Uno de los focos más importantes son los ojos. Para potenciarlos es importante tener en cuenta su color. Como hablamos de un maquillaje para iris marrón, es mejor elegir sombras de ojos en tonos bronce.
Además, se debe aplicar iluminador bajo el arco de las cejas. Y, para intensificar más la mirada, se puede hacer un delineado, tipo cat eyes, pero prolongando el trazo y haciéndolo más intenso en la parte externa del ojo. No hay que olvidarse de abrir la mirada con una máscara alargadora.
Y, en el caso de los labios, los trucos pasan por aportarles más volumen. Es preferible utilizar un labial cremoso de color caramelo, perfilando discretamente uno o dos milímetros del contorno. El toque final se da con un labial nude, de un tono marrón claro, en el centro de la boca, difuminando muy bien todo con un pincel para lograr un efecto sombreado.
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