Si después de la depilación el vello se te queda encarnado, no te preocupes porque no eres la única. Somos muchas las que en alguna ocasión hemos sufrido este problema y, como todo en esta vida, tiene una explicación y también una forma de evitarlo. El vello encarnado se forma cuando éste quiere salir al exterior y, al intentar romper la fina capa de la piel que se encuentra sobre el folículo piloso, no lo consigue, por lo que comienza a nacer en el interior.
Esto puede ocurrir por dos motivos diferentes. Por un lado, puede pasar que el pelo sea demasiado fino y débil y le cueste romper la capa de piel. Por otro, también es posible que la piel sea demasiado gruesa debido, seguramente, a la falta de hidratación. Si quieres evitar este problema, a continuación te damos las claves.
En primer lugar, es muy importante que no intentes sacar los pelitos con las pinzas de depilar, ya que lo único que conseguirás será provocarte dolor y dañarte el folículo piloso. De hecho, hay que actuar antes de que el vello se enquiste. ¿Cómo? En primer lugar siguiendo una serie de pasos antes de depilarte como un baño de agua caliente o una exfoliación para eliminar las células muertas.
En cuanto a la exfoliación, podrá servirte un gel específico aplicado con un cepillo especial o un guante de crin. La frecuenta dependerá del tipo de piel que tengas: para las pieles sensibles lo ideal es una vez por semana y el resto podrá hacerlo de tres a cuatro veces.
Sin duda, la clave principal es la hidratación después de la depilación, ya que si la piel no está lo suficientemente hidratada, se endurecerá y será más difícil que traspase la fina capa.