El contorno de los ojos es una zona del rostro especialmente delicada, por ello es una de las primeras en acusar el paso del tiempo. Del mismo modo, también es donde se reflejan los signos de fatiga, haciendo que nuestra expresión cambie considerablemente por culpa de las ojeras y/o bolsas. Hoy veremos diversos tipos de productos para tratar esta área, con el fin de que sepas elegir el que mejor va con tus necesidades.
Los contornos de ojos pueden clasificarse según su textura, formato y función, siendo este último el factor que debe prevalecer sobre todos los demás. Los más básicos son únicamente hidratantes, y su uso está recomendado por estar formulados de un modo más suave que la crema hidratante facial, por lo que conviene utilizarlo aun no teniendo ningún problema específico.
Contornos tratantes
Además de hidratar, otras funciones que pueden realizar son descongestionantes, aclarantes y antiarrugas, por lo que su uso está indicado para reducir bolsas, ojeras o patas de gallo, respectivamente. Aunque cada vez es más habitual encontrar fórmulas muy completas que contienen ingredientes capaces de actuar sobre los tres puntos, úsalos solamente si los necesitas. A su vez, los antiarrugas pueden ser tratantes o de acción inmediata, siendo los primeros los que debes aplicar a diario para notar su efecto a largo plazo, mientras que los de acción inmediata son los que te ofrecen un efecto tensor temporal, igual que las ampollas flash.
Diferentes texturas y formatos
En cuanto a las texturas, pueden ser geles, fluidos o cremas. Por lo general, los geles son los que mejor van para descongestionar, y te harán aún mayor efecto si los guardas en la nevera. Los fluidos y las cremas suelen ser los hidratantes y antiarrugas, y esa cremosidad ayudará a nutrir la zona del contorno del ojo, facilitando su elasticidad. En cuanto al formato, además del convencional en frasquito, puedes encontrarlos en bolígrafo con roll-on masajeador, o también en parches.