Todas sabemos que el pelo es uno de los puntos clave que podemos utilizar cuando queremos cambiar de look ya que ofrece numerosas posibilidades al permitirte cambiar de color, de corte, o pasar de liso a rizado o viceversa. El problema está en que hay muchas mujeres que tienen muy claro que no quieren cortar la melena y tampoco son muy proclives a un cambio espectacular de color, y todo ello a la vez que empiezan a estar un poquito aburridas de lucir siempre la misma imagen.
En este sentido las rubias siempre lo tuvieron mucho más fácil ya que hay gran diversidad de tonos entre los que poder elegir y así cambiar de look temporalmente pudiendo volver a su tono inicial en cualquier momento. Dorados, platinos, en mechas, tinte completo… muchas posibilidades que las morenas pueden llegar a echar de menos y con razón, ya que hasta hace poco veíamos como las castañas iban pasando a rubias con el transcurrir de los años.
En la actualidad tienes otras opciones y colorido más actual que puede adaptarse perfectamente a una base media sin la necesidad de acabar completamente rubia. Hubo una época de verdadero fulgor en lo que a tintes de tonos llamativos se refiere. Rojos, naranjas y colores más inusuales como verdes, azules y rosas, todos ellos con el contrapunto de que si no te gusta llamar la atención de nada pueden servirte.
Lo que hoy se está ofreciendo cada vez a más mujeres que quieren cambiar ligeramente su imagen con un sutil toque de color es la posibilidad de aplicar tonos cobrizos a modo de mechas o suaves reflejos, consiguiendo así que la melena pierda su uniformidad y dando un aire más moderno, así como también provoca la sensación de mayor volumen. Estos trabajos no necesitan excesivos retoques ya que crecen de un modo muy natural, entremezclados con el resto del pelo y sin dejar apenas grandes diferencias con las raíces.