Ha llegado el buen tiempo y todas estamos como locas por comenzar a coger ese colorcillo que tanto nos favorece… Tan obsesionadas estamos con ello que algunas incluso pierden el sentido común bronceándose sin protección y olvidando que, a la larga, la salud de la piel es lo que cuenta.
Precisamente por esto las quemaduras en la piel por exceso de exposición solar son algo demasiado habitual durante los meses de primavera y verano, algo que a partir de ahora debes comenzar a prevenir y evitar.
Lo primero es no olvidar jamás la crema protectora solar con un factor suficiente según tu tono de piel, pues no será igual para pieles morenas que para las más claritas; para ello debes informarte de los diferentes niveles de sensibilidad según los índices UV.
Si estás tomando alguna medicación es importante que consultes a tu especialista antes de tomar el sol, pues algunos medicamentos pueden aumentar la sensibilidad a los rayos ultravioletas.
Recuerda también que hay que esparcir muy bien la crema o el spray por todo el cuerpo cada 30 o 45 minutos los primeros días y un poco menos habitualmente si tu piel ya se encuentra ligeramente bronceada. No obstante, las exposiciones al sol deben ser graduales en el tiempo de modo que los primeros días deberás comenzar por cortas sesiones (unos 15-30 minutos) que ya se irán ampliando con el tiempo.
Si ya es demasiado tarde y te ha vuelto a ocurrir no te preocupes por esta vez, porque también hay algunos consejos para aliviar la piel y ayudar a que pueda repararse.
Utiliza cremas humectantes y lociones after-sun con ingredientes calmantes y refrescantes como el aloe vera, manteca de cacao, vitamina E, el aceite de lavanda y el té.
Si las quemaduras son más graves deberás acudir a tu médico, que seguramente te proponga algún medicamento tópico para humectar y reparar la piel. Si las quemaduras te han producido ampollas, sobre todo no intentes jamás reventarlas (espera a que desaparezcan solas) ni tampoco aplicar encima ningún producto, pues podría hacer que las heridas se infectasen.
Eso sí, no olvides seguir los consejos que te dábamos al principio del artículo, ¡tu salud es lo primero!