Para muchas de nosotras, nuestro pelo es uno de los aspectos de nuestra imagen a los que mayor importancia le damos, por ello procuramos darle sus cuidados rutinarios y favorecer que se muestre siempre sano, brillante e hidratado. Lo que ocurre es que hay algo contra lo que no podemos luchar, y es la llegada del otoño que, al igual que le ocurre a los árboles con sus hojas, también en nosotras provoca una mayor tendencia a la caída del pelo.
Por este motivo, estés o no en el grupo de mujeres que se preocupan de su cabello, es conveniente que en esta época del año, tomes una serie de precauciones que te ayuden a afrontar mejor la llegada del otoño y que no esperes a sufrir esa caída para ponerle luego solución, ya que el pelo, además de estética, también es un reflejo de nuestro buen estado de salud.
En primer lugar, es muy importante, como siempre digo, que utilicemos todos aquellos productos que estén a nuestro alcance para cuidar nuestro cabello; con la diferencia de que a mediados de verano ya debemos de utilizar preferiblemente, aquéllos que se ocupan más de la textura que de la apariencia, esto es, si mantienes el color del tinte con un champú especial para ello, este trimestre deberías optar por uno que incida más en la prevención de la caída y acompañarlo de un tónico vigorizante o unas ampollas después de cada lavado.
Lo que también es muy importante, es que te ayudes de una alimentación sana (nuestra famosa dieta mediterránea), para que tu sangre absorba esos nutrientes y que permita que los folículos capilares se sientan reforzados. Del mismo modo, acostúmbrate cada noche, a friccionar suavemente el cuero cabelludo, a modo de masaje, y así favoreceré el riego sanguíneo. El último consejo, y quizá, el que menos te gustará, es que el final del verano es el momento idóneo para cortar el pelo por lo menos 3 ó 4 centímetros, algo que te ayudará a que recobre la fuerza y el vigor.