Hacer un recogido o un moño no siempre es complicado, aunque también hay algunos peinados que son algo más complejos. Con independencia del que se quiera hacer, hay una serie de consejos y trucos de gran ayuda que facilitan conseguir un buen resultado y que el peinado quede impoluto. ¿Cuáles son? Apunta estas claves.
El cabello
Para hacer un moño o recogido, uno de los factores más importantes es la longitud del cabello. Esto facilitará que siempre quede bien y se evitará que pelitos más cortos se suelten. Además, permite una mayor versatilidad para poder hacer diferentes peinados en función del acto al que se vaya a acudir.
Moños
Uno de los recogidos más elegantes es el conocido como moño bajo. En este caso, lo que hay que tener claro es que no tiene por qué ser tirante, como el de las bailarinas. Se puede hacer más suelto en la parte de arriba, aunque el pelo sí debe quedar bien pulido y con un cierto efecto wet. Es más favorecedor si se hace la raya lateral muy marcada.
Si se quiere hacer un moño alto e, incluso de tamaño XXL, el primer paso es hacerse una coleta alta, colocar el donut o relleno de peluquería y repartir el resto del pelo natural alrededor. Es un peinado con el que se consigue alargar el rostro, aparte de hacer parecer unos centímetros más alta.
Con estos o tras variaciones de recogido o moño, no hay que olvidarse de que el acabado es clave. Para ello nada como utilizar un spray de fijación media. Es un producto comodín que, igualmente, se puede emplear con otros peinados. Su uso es fácil: solo se aplica una capa fina, se deja que se asiente y, si es necesario, se vuelve a incidir en las zonas que lo necesiten.
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