Las fiestas navideñas son unas fechas que resultan entrañables para muchas personas, puesto que es la única ocasión al año en la que se pueden reunir con sus seres queridos. Estos días se suceden diversas reuniones con familiares y amigos para las que ponemos todo nuestro interés en mostrar nuestra mejor imagen, y en muchos casos también somos las encargadas de organizarlo todo, muy pendientes de que todo salga a la perfección.
Todo esto supone un fuerte estrés que nuestro cuerpo acusa de igual modo en su interior y en su exterior, lo cual se refleja en nuestro rostro en signos de fatiga. La mejor manera de hacer frente a este agotamiento es proporcionándole unos masajes relajantes, ayudándole así a volver a su estado óptimo habitual. Una propuesta que deberíamos apuntar en nuestra lista de deseos para los Reyes Magos.
El masaje corporal
Un masaje corporal relajante es una experiencia que todas deberíamos vivir al menos una vez al año, especialmente después de las fiestas o situaciones de estrés similares. La técnica comienza por los pies, en cuya planta se representan todos los puntos susceptibles al dolor de nuestro cuerpo. Siempre de manera ascendente, el masajista va recorriendo nuestras piernas, eliminando así todo síntoma de cansancio. Ya boca abajo, el masaje en la espalda es de las mejores sensaciones que podrás disfrutar, puesto que ahí es donde se concentra todo el estrés, especialmente en la zona de los riñones y en la nuca.
El masaje facial
Dentro de la misma sesión o de manera independiente, también podrás solicitar un masaje facial. Esta técnica consigue relajar de un modo excepcional, además de devolverle al rostro toda la luz y resplandor que había perdido debido al cansancio. Te sentirás más joven por dentro y por fuera, y te notarás con las pilas cargadas para volver a llevar a cabo tus tareas diarias con buena cara y con ganas de afrontar los contratiempos que vayan surgiendo.