Pronto llegará la noche de Difuntos, una celebración que cada vez se hace con un mayor número de adeptos, por lo que nuestras calles enseguida se verán tomadas por calabazas, fantasmas, brujas, zombis y demás criaturas terroríficas propias de esta velada tan particular.
Efectivamente, el de zombi será uno de los disfraces que más veremos esa siniestra noche, algo fácil de conseguir, relativamente, puesto que el vestuario puede ser de lo más variado, por no decir lo económico y a mano que podemos llegar a tenerlo. Del mismo modo, cada vez son más las tiendas, bazares y áreas comerciales que venden un sinfín de complementos con los que acompañar tu imagen para la ocasión.
En cuanto al maquillaje para Halloween, yo empezaría por recomendar su compra en locales que ofrezcan total garantía, puesto que, aunque para utilizar sólo una noche, son coloridos muy artificiales, con alto contenido en pigmentación, y que puede dañar seriamente la calidad de tu piel si no se utilizan los recomendados por normativa vigente, pudiendo llegar a provocarte serios problemas dermatológicos, alergias incluidas.
Dicho esto, pasemos a la elaboración. En primer lugar, muchísima hidratación, por favor, puesto que nos vamos a maquillar con productos más agresivos que los habituales. Una vez hidratada la piel, pasaremos a crear una base total, que cubra por completo rostro y cuello, y que dé esa tonalidad tan blanca que creemos tienen los zombis.
Una vez creada la base, crear unos ojos profundamente negros, a los que les darás una imagen de ojerosos con lápiz o pintura negra, incidiendo mucho en el exterior de la raya y en la zona de bolsas y ojeras. Del mismo modo, no olvides cubrir las cejas, también en negro y de un modo total. En negro también pueden ir los labios, así como en rojo con apariencia de sangre, igual que puedes simular algún tipo de corte, herida o cicatriz.