Una manicura en condiciones forma parte de la buena imagen de cualquier mujer, y es que las manos forman parte importante de la carta de presentación que supone nuestro aspecto físico.
Si eres de las que adora el elegante estilo de la manicura francesa pero no tienes la suficiente traza como para conseguir unos buenos resultados, toma nota de algunos de los recursos que te ayudarán a conseguirlo de la forma más fácil.
– Rotulador: Una vez le cojas el truquillo no podrás separarte de él. Este rotulador con esmalte de color blanco te ayudará a pintar de una sola vez la fina línea de tus uñas sin más requisitos que tener un pulso más o menos estable. Luego le das la capa de brillo y… voilà!
– Lápiz blanco: Se trata del sistema más fácil para conseguirlo, y es que solamente deberás humedecer el lápiz delineador y pintar el hiponiquio de las uñas (la parte superior de color blanco). Entre las desventajas deberás tener en cuenta que hace falta buena traza para conseguir unos resultados que, por desgracia, no son demasiado duraderos.
– Pegatinas: Las pegatinas no son para colocar sobre toda tu uña, sino para pegar bajo el hiponiquio y así facilitar la aplicación del pintauñas tradicional blanco en pincel. Colócala, deja secar y pasa una capa de esmalte rosado o transparente. ¡Estarás lista en diez minutos!
– Uñas acrílicas: Si lo que quieres son resultados espectaculares de inmediato y tus uñas no te permiten conseguirlo, lo mejor es que te hagas con unas de aquellas uñas acrílicas de manicura francesa para pegar sobre la uña. Dependiendo de su calidad y de las actividades que lleves a cabo, este sistema puede llegar a durar entre una y dos semanas.
Ahora ya no hay excusa para no poder lucir una manicura francesa perfecta, así que ya sabes… Pásate por tu perfumería, ¡y manos a la obra!