Manicura francesa original


La manicura es una de las vertientes de la belleza femenina que más imaginación y creatividad nos permite desarrollar, y es que en nuestras uñas podemos plasmar casi cualquier cosa que se nos ocurra.

En esta ocasión no vamos a traeros manicuras curiosas, románticas o divertidas como las que os hemos propuesto hasta el momento, sino algunas originales versiones renovadas de la siempre elegante y sofisticada manicura francesa.

¿Te atreves?

Para las que no lo recordéis, la técnica de la manicura francesa consiste básicamente en dejar la base de la uña en su color rosado original y remarcar el borde blanco con un esmalte del mismo tono. En esta ocasión, no obstante, la tradición se rompe para dejar paso a los estilos más alternativos:


A todo color: La idea es diferenciar las dos partes de la uña, aunque esta vez no en los naturales tonos rosados y blancos sino con toda clase de colores que se te ocurran siempre y cuando propongan fuertes contrastes de color.

Francesa invertida: Consiste en pintar todo el cuerpo de la uña de un solo color y destacar la curva de la lúnula en otro color. De este modo, conseguimos una especie de manicura francesa a la inversa.


Texturas contrastadas: Es una opción muy elegante si sabes escoger los tonos adecuados (preferentemente oscuros). La idea es contrastar el cuerpo de la uña y el borde libre (blanco) no mediante el color sino a través de la textura: la de la base deberá ser mate mientras que el borde destacará de la misma gracias a un brillante acabado.

También puedes realizar tu manicura francesa tradicional o a todo color añadiendo algunos divertidos detalles en la franja divisoria como topitos, flores o lazos, por ejemplo.

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