El ácido hialurónico es desde hace unos años el producto estrella en belleza. Cada vez se emplea en más cremas y cosméticos y también en más tratamientos. De hecho, es muy conocido para rellenar las arrugas o líneas de expresión, pero también tiene otros muchos usos que, quizá, sean menos conocidos. Son tratamientos que se pueden tener en cuenta porque se consiguen muy buenos resultados. Eso sí, siempre hay que acudir a profesionales.
Ojeras
El ácido hialurónico también mejora las ojeras porque rellena la zona hundida del ojo y la proyecta hacia afuera, lo que contribuye a disimularlas. Además, se mejora el tono porque se unifica y ayuda a que desaparezcan los signos de cansancio.
Cejas
Otro uso del ácido hialurónico es en las cejas que, con el paso de los años, van cayendo. Esto hace que se entristezca la mirada. Con unas microinyecciones es posible elevar las cejas y rejuvenecer la mirada de una forma natural.
Nariz
El ácido hialurónico también se puede emplear en la nariz para remodelarla sin necesidad de pasar por el quirófano. Este tratamiento es conocido como rinomodelación, empleándose ácido hialurónico de alta densidad para corregir pequeños desniveles como el llamado “caballete” de la nariz, consiguiendo que se vea más simétrica. Igualmente, se puede elevar la punta nasal.
Los efectos de esta remodelación no son definitivos porque no es una operación quirúrgica o rinoplastia. Se trata de hacer pequeñas correcciones, que tienen una duración de entre 12 y 18 meses.
Cabello
El cuero cabelludo también se beneficia del ácido hialurónico porque mejora su estructura capilar, además de revitalizar la melena. Es muy beneficioso para personas que tengan el pelo seco, muy fino o con puntas abiertas.
La ventaja de este tipo de tratamientos es que, además de en las peluquerías, se pueden hacer en casa. Si este es el caso, lo más recomendable es optar por productos como las mascarillas que incorporen el ácido hialurónico como componente. El motivo no es otro más que una mascarilla permite que el producto esté en contacto con el cuero cabelludo durante más tiempo que, por ejemplo, un champú.
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