Lamentablemente, no podemos detener el paso del tiempo en nuestro rostro, así que debemos cuidar nuestra piel para que, al menos, los efectos del envejecimiento no sean tan evidentes. En este sentido, es esencial beber mucha agua al día; evitar el tabaco, el alcohol y la cafeína; huir de la contaminación en la medida de lo posible, hacer deporte, protegernos del sol y, por supuesto, descansar unas 8 horas al día.
Aunque todas las medidas que te acabamos de comentar son muy útiles para mantener un rostro joven, radiante y luminoso, no son suficientes. Así, es importante seguir una rutina anti-arrugas. Te contamos los pasos imprescindibles a continuación.
Limpieza
Puede que el paso más importante de la rutina anti-arrugas sea la limpieza de la piel, ya que son muchos los agentes que ensucian nuestro cutis a lo largo del día: el sudor, la contaminación, el maquillaje… Lo mejor es que escojas productos de calidad y adecuados a tu tipo de rostro.
Sérum
Después de limpiar tu rostro en profundidad al finalizar el día, deberás aplicar un sérum, un producto que hidrata, alisa, rellena y repara. En nuestro artículo “Ventajas del sérum facial” encontrarás mucha más información al respecto.
Contorno de ojos
Aunque muchas veces no recibe la atención que se merece, debemos prestarle al contorno de ojos especial atención, aplicando un tratamiento específico, ya que se trata de la zona del cuerpo con la piel más fina y delicada. Además, al tener pocas glándulas sebáceas, tienda a deshidratarse. Lo ideal es aplicar el tratamiento por la mañana y por la noche sobre el rostro limpio.
Crema
Por último, es necesario que apliques una crema anti-edad. Eso sí, deberás escogerla dependiendo de tu tipo de piel y de las necesidades de tu rostro. Además, debes saber que en el mercado encontrarás productos para diferentes franjas de edad.