La técnica del contouring consiste en aplicar el maquillaje de manera que consigas potenciar tus facciones con juegos de luces y sombras. Pero, cuidado, se pueden cometer errores que desluzcan todo el trabajo realizado y que den como resultado un maquillaje nada natural ni tampoco nada favorecedor. Repasamos algunos de los más habituales que, del mismo modo, se pueden cometer con el tontouring o el baking. Tenlos en cuenta para poderlos evitar y sólo así conseguirás mostrar un rostro perfectamente maquillado y no te llevarás ninguna desagradable sorpresa cuando veas una foto y compruebes que tu maquillaje luce como pensabas…
Hacerlo sin base de maquillaje
Para que el rostro quede lo más uniforme posible es fundamental que te pongas antes una base de maquillaje. Así lograrás un contouring con una piel sin imperfecciones.
Pasarte con el iluminador
El iluminador ayuda a que la mirada se llene, valga la redundancia, de luz y belleza, pero si te pasas con su aplicación, por ejemplo, en la zona de las ojeras, crearás un maquillaje blanco antiestético y se verán los cortes entre los distintos tonos que hayas utilizado. Incluso acentuarás las ojeras, lejos de disimularlas.
No difuminar
Y es que una de las claves para un correcto maquillaje de estas características es, precisamente, difuminar bien los distintos tonos oscuros y claros para que el efecto sea natural, con luminosidad y bien definido. Pero si no lo hacemos bien se verán cortes muy extraños y artificiales, nada bonitos.
Utilizar tonos excesivamente oscuros
Los juegos de luces y sombras te ayudarán a afinar y potenciar tus facciones, pero hay que saber elegirlos bien. La base ha de ser de un color lo más natural posible al tuyo propio de la piel y para el contouring deberás aplicar uno más oscuro, pero sin pasarte.