Desde hace unos años la palabra “botox” se ha introducido en nuestro vocabulario de un modo muy familiar. Su uso como tratamiento de belleza para combatir arrugas y líneas de expresión ha sido una verdadera revolución dentro del mundo de la estética. Esto se ha debido en gran medida a sus notables resultados y a la difusión que le dieron numerosos rostros populares de gran fama mundial.
Sin embargo hay muchas personas que jamás se han animado a aplicar este tratamiento dada su fobia a las agujas, ya que el único sistema de aplicación actual es a base de inyecciones. Esta cuestión va a dejar de ser un problema dentro de muy poco tiempo ya que está a punto de comercializarse un nuevo producto de uso tópico y de similares efectos. Este nuevo descubrimiento es fruto de un meticuloso estudio que ha dado como resultado el que se conocerá como “botox en gel”.
Esta innovación no será en ningún caso cosmética sino médica, ya que a pesar de que se pondrá directamente sobre la piel, siempre será bajo manos expertas, no en casa ni con receta médica. Se trata de una toxina botulínica que el especialista aplicará en la zona del contorno del ojo y cuyo gran poder de penetración consigue atravesar membranas celulares y células de la piel. Esto permite que la neurotoxina alcance los músculos del área orbicular, cuya relajación y posterior contracción dará como resultado un excelente efecto tensor.
Este producto tan novedoso ha sido sometido a exhaustivos estudios de sanidad, dando todos ellos muy buenos resultados tanto en el aspecto médico como en el estético. Su eficacia es muy similar a la del botox inyectable, aunque siempre en menor medida, pudiendo durar sus efectos un par de meses. Aunque tenga la apariencia de una crema con textura gel, la aplicación exclusiva por parte de médicos se debe a que su uso incorrecto podría traer el efecto adverso de la migración a otros músculos.